29 de octubre de 2007

A mi primo Roberto Carlos

Con el dolor que nos dejo su ausencia

Se fue del mundo sin decirme nada

Cesaron de su pecho los latidos

Sin que su voz llegase a mis oídos


Dulce, como una música sagrada

En mi alma doliente y enlutada

Quedaron sus recuerdos esparcidos

Como quedan las plumas de los nidos

Si el frío invernal sacude la enramada


Dios, para quien no existe un solo arcano

Únicamente contestar podría

A esta pregunta que formulo en vano

Su último pensamiento ¿cual seria?

Cuando tan lejos de los que lo amamos

Enfrento su dolor y agonía


Y Dios me contesto

Haya paz en tu pecho atormentado

Paz en tu corazón tan afligido

Porque esa noche yo estaba a su lado

Como ahora también estoy contigo


Gracias señor por tu misericordia!


Maria Elena Juárez Zapata

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